domingo, 17 de abril de 2011

Historias...


“Mientras crecí, sentí que mi mentalidad

iba más allá de mis años, me sentía

diferente al resto de las niñas de mi

edad”



Por: Angelinne Silvera Orozco.



Hoy por hoy simplemente puedo hablarte de lo linda que es la infancia, esa época en donde no hay

más responsabilidad que divertirse y ser feliz, para hacer travesuras y romper records con ellas.

Yo tengo una de la cual, ahora, me avergüenzo.

Cuando estaba en el colegio, quizás como en tercero de primaria, según mis recuerdos, mi mentalidad de empresaria, siempre activa y disponible en los momentos más “oportunos”, tuvo una magnífica idea: teníamos clase de español (la cual no es por nada, pero me encantaba seguida de educación física(risas) y mientras la profesora se quedó en el curso, apagando los focos y cerrando todo, yo organice (como toda una niña juiciosa) a mis “compañeritos”

en el frente de la biblioteca y les dije con mi espíritu “paisa” no sé de dónde : “hagan una fila y alisten mil pesos, eso cuesta la entrada acá, aprovechen que esta barato”. El negocio

fue todo un éxito (de verdad que si (risas) hasta que llegola profesora (no se imaginan mi cara… todavía la recuerdo) y por supuesto, no solo, ignoro mi espíritu emprendedor y caritativo (porque obvio yo iba a compartir ese dinero) sino que también, llamo a mis papas para que se dieran cuenta de lo que supuestamente estaban “formando” Si reconozco, uno de niño es terrible y más grande

jumm, sin comentarios, pero quien no daría todo por volver a vivir esos años felices, que marcaron mi historia.





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